Libro: José Camarón Bonanat, un pintor valenciano en tiempos de Goya

Autor: Ramón Rodríguez Culebras

Edita: Instituto de Cultura del Alto Palancia

Colaboran: Excmo. Ayuntamiento de Segorbe y S.I. Catedral Basílica de Segorbe

Año: 2006

D.L.: V-3124-2006

ISBN: 978-84-931648-2-9

Páginas: 276

Presentación del autor:

La investigación sobre la vida y la obra del pintor Camarón se halla totalmente en sus comienzos. Con todo su nombre es bastante conocido y se repite en gran cantidad de libros. Pero sólo su nombre. Acompañado a veces, eso sí, de un juicio que vale por igual para casi todos los pintores de su tiempo aún más que para él, y en el cual se mezclan elementos ajenos a su obra. Más raros son aquellos que dan un juicio personal característico, siquiera sea breve.

Hasta hace unos cuantos años también para mí era sólo un nombre, como para la gran mayoría. Algo más repetido tal vez que en otros ambientes o lugares, pues no en vano he tenido varios de actividad en su ciudad natal. A decir verdad también allí es puramente un nombre. Un nombre repetido con veneración y respeto, del cual todos se sienten orgullosos, pero de quien se ignora casi todo, excepto que nació en la ciudad. Apenas si se conservan un par de obras ignoradas por la mayoría.

Sin embargo, y tal vez por eso mismo, es en esos años cuando comienza mi interés por la obra y la personalidad que se ocultan tras ese nombre. Y ya desde el principio pude percibir que el estudio sobre el pintor segorbino (óptimo exponente del tardo rococó en la región valenciana, con un merecido puesto en el español) se hallaba lleno de lagunas […]

El pintor valenciano gozó de gran estimación. Su nombre se hizo famoso en la misma corte, extendiéndose por toda España precisamente en vida del artista […] Después, insensiblemente, nombre y obra se van desmembrando […]

En la mayor parte de las historias de arte se le nombra unido a su hijo José Juan que se había establecido en Madrid y se firmó José, como el padre, aún en vida de éste. Se le enjuicia así a través de lo poco existente en la capital de España, unido sin distinción a lo de su hijo, a pesar de la clara diferencia de pintura […]

Muchos lo incluyen entre los pintores de raigambre madrileña, cosa del todo ajena a la obra del padre, pero a la de José Juan, quien, a parte de su formación en la academia madrileña de S. Fernando, se estableció definitivamente en la Corte a su vuelta de Roma. Pero hay más: mientras la pintura de José es esencialmente dieciochesca, la de su hijo pertenece de lleno al clasicismo reinante en la Capital. […]

A pesar de todo continúa siendo el afamado Camarón para los escritores que han de citarlo directamente o de paso. Este criterio va desde sus coetáneos como Orellana, Ponz o el escultor José esteva, pasando por Mayer […] hasta el Marqués de Lozoya, cuando escribe que «aun residiendo en ciudad tan apartada de los centros artísticos, su fama fue extraordinaria y tuvo que afanarse para cumplir los encargos».

Sin embargo, a pesar de tales expresiones no existe bibliografía moderna sobre el artista, con aparato y rigor científicos actuales. Sólo algún esporádico intento, más o menos acertado, por resumir la vida y la obra del pintor, basándose en los escritos del pasado siglo. El resto lo constituyen breves citas o juicios muy generales, como pueden ser los de obras de tal carácter y con el fundamento al cual he aludido.

[…] Camarón ha corrido así una suerte paralela a la de otros pintores españoles de la centuria, como Esteve, Bayeu, Castillo, Maella, Carnicero o Vergara y, hasta no hace mucho, el mismo Paret, por citar algunos. La justa atención prestada a Goya y las brillantes posibilidades que ofrecía la personalidad del aragonés mantuvieron muy en la penumbra otros nombres. De ahí que la visión conjunta del arte dieciochesco español sea muy deficiente hoy. Las monografías de tales artistas, secundarios se se quiere, contribuirán no poco a completar esa visión. Con ello nos acercaremos al sistema seguido por otros países que gustan destacar todo cuanto suponga aportación positiva o enriquecimiento del arte, dejando un tanto de lado que sea o no del privado gusto personal. […]